Paso 1: Café, zumo, vino tinto, salsas, chocolate, grasa, lápiz y cremas bronceadoras. Retira el exceso del vertido con un paño húmedo. Limpia con una mezcla 1:9 de jabón líquido neutro y agua. Después acláralo con agua y sécalo.
Paso 2: Maquillaje. Usa directamente jabón de pH neutro. Limpia con un paño limpio o un cepillo de cerdas suaves, acláralo con agua y sécalo.
Paso 3: Sangre, orina, heces y otras manchas más severas. Usa una mezcla 1:10 de alcohol isopropílico y agua. Acláralo exhaustivamente con agua limpia y sécalo.
Nota: Para la limpieza usa un paño blanco de algodón suave impregnado con el agente limpiador recomendado y frota la mancha 10 veces en círculos. Sécalo con otro paño blanco de algodón suave y comprueba los resultados. No uses cepillos de cerdas metálicas o esponjas de fibra abrasiva o metálica, ya que éstos pueden causar daños permanentes en el tejido. Los métodos 2 y 3 no están recomendados para una limpieza diaria.
Después de limpiar, aclara siempre el área con agua y sécala con un paño limpio y libre de pelusas. Si los residuos químicos no se retiran por completo, podrían causar una decoloración de la superficie del tejido, haciendo así que este fenómeno se presente de una manera más temprana en el ciclo de vida del producto.